El bienestar físico también está ligado a nuestro aspecto estético. Sentirse bien también indica vernos bien en el espejo. A la hora de abordar los problemas de peso u otras alteraciones, es inevitable que empieces a sentir un mayor compromiso con tu cuerpo y mente, un aspecto crucial para empezar con el cambio.
No es cuestión de obsesionarse con nuestra imagen, pero sí que puede ser un factor que cambie tu calidad de vida al completo. Trabajar en ella también implica una gran satisfacción, tanto física como emocional.